En los últimos años, el layering se ha consolidado como una de las tendencias más populares en la moda masculina, creando conjuntos llenos de dinamismo y personalidad.
Esta forma de vestir se caracteriza por su versatilidad, permitiendo que un mismo look se transforme según la ocasión, el clima o el estado de ánimo. La atención a los detalles y la armonía entre las capas hacen que cada conjunto tenga carácter propio y que incluso prendas básicas puedan formar parte de looks elegantes. ¿Pero sabes qué es el layering y cómo se lleva?
A continuación, te contamos qué es un layering y de dónde procede esta tendencia, explicándote cuáles son las prendas clave en este estilo y dándote los mejores consejos para dominarlo.
¿Qué es el layering en moda?
Para empezar, vamos a ver qué significa layering: este término, procedente del inglés, hace referencia a la técnica de superponer prendas a la hora de vestir, construyendo conjuntos versátiles, funcionales y estéticamente coherentes. Las prendas que escojas y la forma en que las combines te ayudarán a crear un conjunto único y representativo de tu personalidad, por lo que el layering es un estilo muy variado y característico.
En definitiva, el layering consiste en vestir en capas, buscando tanto profundidad visual como comodidad térmica, y es que este estilismo hace que tu outfit sea apropiado para los cambios de temperatura, pudiendo añadir o quitar capas en función del frío o calor que tengas. De hecho, el layering no se basa en acumular una prenda sobre otra sin sentido, sino que se hace con una intención, ya sea estética, funcional o ambas.
No obstante, para que el layering funcione conviene tener en cuenta el volumen de las prendas, dejar asomar cuellos y bajos de manera controlada y usar una paleta de colores compatible. Y es que si no tienes cuidado, el look puede dar una sensación de desorden e incluso de disfraz, por lo que hay que aprender a combinar adecuadamente las prendas.
Origen y evolución de la tendencia del layering
Pero además de entender el significado de layering en español, también es importante saber cuál es el origen de esta tendencia que se ha convertido en una forma de expresión dinámica, versátil y personal.
En sus inicios, el layering respondía a una necesidad práctica: la de protegerse del frío mediante la superposición de prendas. Por eso, vestir por capas ha sido una constante en la historia de la humanidad, aunque no fue hasta el siglo XX cuando esta práctica empezó a adquirir un valor estético.

En torno a los años 80, la moda urbana y juvenil que buscaba diferenciarse a través de la mezcla de estilos comenzó a incorporar las capas en los diferentes outfits, hasta que incluso los diseñadores internacionales empezaron a explorar la tendencia del layering en las pasarelas. Desde entonces, esta tendencia ha ido evolucionando y configurándose como un estilo propio, en el que el equilibrio entre funcionalidad y estética es clave.
Prendas básicas para vestir por capas
Aunque el layering es una técnica que admite diversidad de prendas, combinaciones y estilos, también existen ciertas prendas básicas que pueden ayudarte si no sabes por dónde empezar.
Además, si quieres empezar a vestir por capas es importante que tu armario cuente con piezas versátiles que puedas combinar en diferentes outfits, de manera que una misma prenda pueda formar parte de un conjunto informal, elegante o práctico, según la ocasión.
Camisetas, camisas y polos
La primera capa de tu look debe ser ligera, cómoda y transpirable. Las camisetas lisas en tonos neutros, como el blanco, el negro, el gris o el beige, funcionan como base universal, especialmente para outfits informales. Por su parte, las camisas y polos son más utilizados en looks formales o casual chic.
En la tendencia del layering, estas prendas suelen dejar entrever sus cuellos, puños o bajos, creando un efecto de contraste con el resto de piezas.
Jerséis, chalecos y sudaderas ligeras
Sobre la camiseta o camisa, conviene añadir una segunda capa que aporte volumen y calidez. Para épocas de entretiempo, lo ideal son los jerséis finos de lana, cachemir o algodón, que además permiten añadir otras prendas encima en días más fríos.
Las sudaderas son más apropiadas en estilos urbanos y juveniles, dándole un toque más desenfadado al look, mientras que los chalecos permiten abrigarse sin ocultar del todo la prenda base.
Chaquetas y blazers
Por su parte, las chaquetas y blazers son una tercera capa –o en ocasiones, la segunda, si se omite el jersey–, que puede ser la última según la estación, ideales para un outfit elegante o para darle un aire sofisticado a un look casual.
Así, una americana bien entallada sobre una camisa y un jersey ligero da lugar a un conjunto elegante, ideal para días de otoño, mientras que una chaqueta de cuero transmitirá un aire más informal.
Al vestir en capas, este tipo de prendas se benefician de los contrastes, de manera que un blazer clásico combinado con un hoodie deportivo, por ejemplo, crea un look atrevido y contemporáneo que mezcla códigos formales e informales.
Abrigos y parkas
La capa exterior cumple una doble función: por un lado protege del frío y, por otro, ayuda a completar el look y definir la silueta. Para ello, los abrigos largos o las parkas son opciones versátiles que permiten jugar con el resto de prendas, dado que dejan asomar el resto de capas y aportan un equilibrio final al conjunto.
Así, la elección del abrigo dependerá tanto de la temporada como del estilo buscado, de manera que, por ejemplo, un abrigo de lana transmite sobriedad, mientras que una parka técnica aporta practicidad y modernidad.

Accesorios
Por último, los accesorios son el recurso más flexible dentro del layering, que ayudan a darle personalidad al conjunto. Complementos como bufandas, cinturones, mochilas o bolsos permiten definir el estilo final del outfit en función de tus gustos personales.
Por ejemplo, una riñonera es un complemento moderno y funcional que te permite llevar la cartera, el móvil y otros productos esenciales, dándole un aire relajado al look. Otro ejemplo son los cinturones: mientras que un modelo clásico de cuero te dará un aire elegante, los estilos trenzados o deportivos transmiten una imagen más desenfadada y juvenil.
Eso sí, a la hora de escoger los complementos es importante tener claro cómo saber si es piel o polipiel para asegurarnos de que no estamos adquiriendo una imitación.
¿Cómo hacer layering con estilo? Consejos imprescindibles
Pero para dominar esta tendencia no basta solo con saber qué es el layering y cuáles son sus prendas básicas, sino que hay que tener en cuenta una serie de aspectos para conseguir un resultado práctico y elegante. Algunos consejos útiles son:
- Comienza con la base adecuada: las camisetas, camisas o polos deben ser cómodos y transpirables, ajustándose al cuerpo para permitir superposiciones sin un volumen excesivo, excepto si utilizas prendas oversize, en cuyo caso no conviene utilizar más de una en el mismo outfit.
- Juega con las texturas: combina tejidos distintos –algodón, cuero, lana, terciopelo, etc– para generar contraste y profundidad visual en tu look.
- Varía longitudes y proporciones: deja que los bajos o cuellos de las capas interiores se vean, pero ten cuidado de que no haya demasiada diferencia de largura para que el resultado no se vea descuidado.
- Controla los volúmenes: ten cuidado de no usar varias prendas demasiado gruesas; lo mejor es combinar diferentes volúmenes.
- Cuida la paleta de colores: los tonos neutros siempre son un acierto, utilizando detalles en colores más vivos para crear contraste. Los looks monocromáticos son una tendencia elegante y minimalista, que puedes probar si no sabes cómo empezar.
- Vigila los estampados: lo más recomendable es alternar piezas lisas con una sola prenda estampada, dado que mezclar varios estampados puede recargar el conjunto y hacer que pierda armonía visual.
- Presta atención a los complementos: cinturones, mochilas, riñoneras, bolsos o bufandas pueden darle personalidad al look, además de aportar funcionalidad.
- Adapta las capas a la ocasión: ya hemos visto que el layering puede dar lugar a outfits casuales o elegantes, por lo que puedes adaptarlo en función del contexto.
- Prueba, cambia y experimenta: dominar la tendencia del layering requiere práctica. Combina diferentes prendas, mezcla texturas y proporciones y quédate con las combinaciones que más te gusten para crear tu propio estilo de layering.